¿ Cuantas veces hemos sufrido experiencias desagradables que han hecho que nos sintamos solos, tristes o depresivos ?
Hoy voy a hablaros de esa sensación de cansancio mental manifestada mediante un conjunto de alteraciones, que suele ser provocada como respuesta a ciertos estímulos como las discusiones, el miedo, la frustración, la decepción, la rabia, la preocupación excesiva sobre algo , la gente, el tiempo.
En numerosas situaciones, tener estrés ayuda a enfrentarnos a nuestras propias emociones, empleando la energía, que nuestras sensaciones transmiten a nuestro cerebro, para realizar actividades diarias.
También sirve como protección ante problemas en los que no conseguimos ponernos de acuerdo con otras personas, porque nos arma de valor para expresar nuestras opiniones y defendernos de sentir posibles ofensas.
Además incrementa la capacidad de concentrarnos en buscar soluciones para nuestros problemas, refuerza el vinculo con nuestras relaciones sociales, ya sean temporales o indefinidas, lo que facilita la expresión de los sentimientos y nos proporciona la confianza necesaria para pedir ayuda a otros.
Pero por otro lado, cuando el estrés aparece durante un largo periodo de tiempo o supera a la carga positiva de un organismo, puede llegar a causar enfermedades y provocar la destrucción de la salud mental de cada uno.
Depende del individuo, el estrés puede incitar la necesidad de ingerir grandes cantidades de calorías para cubrir sus carencias afectivas o influir en el nivel de la producción de hormonas necesarias e impedir que los órganos funcionen correctamente.
También suele causar insomnio, un factor que desencadena un desequilibrio mental y despierta la agresividad en personas, a las que le cuestan controlar sus impulsos nerviosos.
Si al realizar una actividad de trabajo o de ocio, nos sentimos bien, tranquilos y en paz, el estrés se vuelve productivo y por lo tanto no nos causará ningún disgusto.
Si un individuo no es capaz de respirar a un ritmo normal y se ve constantemente alterado, es probable que esté siendo influenciado por el estrés perjudicial y puede significar que la persona está expuesta a una situación que le genera cierto rechazo o miedo.
Para evitar sufrir la presión que puede ejercer el estrés en nuestra mente y en nuestro cuerpo, es recomendable aprender a controlarlo y conservarlo para afrontar esas situaciones, que nos causen una sensación de estrés permanente en un futuro próximo.
Y además separarse de las ocupaciones que tenemos por un tiempo, nos ayuda a observar cuales son las causas que nos han llevado a sentir estrés de forma exagerada.
Solo de esta manera podremos buscar las soluciones más adecuadas a nuestros problemas y corregir nuestras reacciones ante ellos.