La sociedad nos ha educado para hacernos creer que para tener una vida plenamente feliz, es necesario tener pareja. Esta falsa creencia ha provocado que muchas personas se sientan fracasadas, porque no han encontrado a una persona, que les haga sentir el amor.
Encontrar la pareja adecuada no es tan fácil como lo muestran en las películas románticas.
A veces las personas se enamoran y las otras no sienten lo mismo o empiezan una relación, en la que con el tiempo se va notando que las diferencias son una amenaza para el amor. Otras veces, se conforman con la primera persona y siguen viviendo en una relación infeliz durante años por miedo a quedarse solos para siempre.
Cuanto más años pasan sin encontrar pareja, mayor se vuelve este miedo irracional a quedarse solo toda la vida.
En nuestro siglo XXI, ya se sabe tener pareja no es algo obligatorio ni necesario para ser feliz.
Sin embargo aún hay mucha gente que sigue viendo a la soltería como un estado social negativo y esto acaba creando una presión social En aquellos que siguen sin tener una relación amorosa estable.
Normalmente las personas que siguen estando solteras durante mucho tiempo, suelen ser objeto de bullying y son vulgarmente etiquetados como "solterones amargados".
Este tipo de agresiones verbales pueden aumentar la intensidad de este miedo, convirtiéndolo en una trauma psicológico conocido como anuptofobia.
Éste es un miedo irracional y quien lo sufre, puede encontrarse en relaciones tóxicas e infelices, porque no soportan la idea de no tener pareja.
Hay muchos factores que pueden influir en el desarrollo de esta fobia tales como haber vivido experiencias traumáticas en el pasado, tener baja autoestima, sentir celos o envidia por otras personas, temer al rechazo y al abandono, depender emocionalmente de alguien o haber tenido carencias afectivas y falta de amor en la niñez.
Cuando estan solteros y desean mucho estar en pareja, es probable que sean capaces de aceptar salir con la primera persona, que les preste atención o cariño y suelen ser incompatibles con sus parejas moralmente.
Además este miedo puede provocar una dependencia emocional que convierte a personas en tóxicas para si mismas y sus relaciones interpersonales