Aunque la economía española está recuperando su estabilidad en un ritmo muy despacio, el desempleo ha aumentado un 16% durante los meses de confinamiento, llevándonos a registrar en total una cifra de 3.826.043 parados.
Este concepto se asocia a mujeres que bellas e inteligentes, que cuidan su imagen y su salud, tienen títulos académicos y buena educación y con las que se pueden establecer conversaciones muy interesantes o aparentar una buena situación amorosa para captar la atención de los invitados en un evento social.
La imagen física de las chicas que trabajan en esta profesión, suele ser un cuerpo esbelto, suave y con curvas insinuantes. Ésto no quiere decir que todas las mujer que comercializan sus cuerpos vayan al gimnasio, pero si es cierto que se someten a dietas hipocaloricas y tratamientos caros para realzar su belleza exterior.
Muchas de estas mujeres vienen del mundo del deporte o son modelos que aún trabajan en las pasarelas y para seguir manteniendo esa belleza exterior que les ayuda a generar numerosas cantidades de dinero con las que ayudar a sus familias, ellas han establecido un sistema de tarifas adaptado a las necesidades de los clientes.
Ademas de poseer un hermoso envoltorio, estas chicas también cultivan su interior, ya que el precio de una escort depende de la petición de los clientes y el carácter que un hombre quiera que tenga la mujer que haya contratado también influye en el precio de la tarifa.
Normalmente los clientes que solicitan estos servicios son hombres con un alto nivel económico o millonarios que no tienen una familia en la que invertir su dinero, ellos suelen pedir perfiles de mujeres que sean amables, educadas y elegantes que sepan escucharlos comprenderlos y con las que se pueda hablar de diversos temas.
El precio de estas chicas se determina según lo que el cliente quieran contratar y está establecido que cobran por horas, dicho precio puede variar en función del tiempo y la dificultad del servicio contratado
Los eventos sociales en los que se suelen recurrir solicitar la ayuda de estas mujeres, son las despedidas de soltero en las que se suelen pactar previamente un precio determinado. Algunas escorts piden que se les pague la mitad de ese precio por adelantado para asegurarse de que el pacto se va a cumplir y evitar que el cliente pueda cancelar el pedido.
Las mujeres que trabajan en este sector entre 200 y 300 euros por cada hora, esta cantidad se redondea según las horas que vaya a durar cada despedida y el precio sube aún más si el futuro marido pide recibir algo más especial como disfrazar a la escort de un personaje específico o poder disfrutar un streatease que es lo más normal.
Aunque se trate de un empleo que no está muy aceptado por la sociedad, ser escort de lujos les da la estabilidad económica que sus familias necesitan para comer a las que son madres solteras.
Así que quien no esté de acuerdo en normalizar este trabajo, al menos que entienda que muchas de estas mujeres no lo hacen por gusto sino por necesidad y las respete a pesar de dedicarse al mercado de la sexualidad.